Muchas empresas se han propuesto fabricar productos con mejores métodos y materiales para disminuir su impacto en el medio ambiente.
Y es que hoy no da lo mismo saltarse regulaciones, ensuciar, contaminar u ofrecer algo que pueda dañar la salud del ser humano, de especies animales o vegetales: la gente, de un modo u otro, pasa la cuenta a aquellos sin conciencia medioambiental.
Uno de los atributos valorados en la actualidad en la fabricación de productos se refiere a la biodegradabilidad.
Definición
Aunque cualquier material puede degradarse si se le da el tiempo suficiente, se habla de que un producto es biodegradable cuando tiene una alta capacidad de biodegradabilidad en un plazo relativamente corto. El mejor ejemplo es una manzana: en cuanto empiezas a comerla comienza a degradarse u oxidarse (color café); en tanto, una lata de aluminio puede tardar aproximadamente 200 años (MMA Chile).
Biodegradable se refiere a un producto o sustancia que puede descomponerse en los elementos químicos que lo conforman, debido a la acción de agentes biológicos, como plantas, animales, microorganismos y hongos, bajo condiciones ambientales naturales (no todas las sustancias son biodegradables bajo condiciones ambientales naturales).
Los jabones Giselle son biodegradables, estando certificada dicha característica por organismos competentes. Utilizamos el método OCDE 301-D, de acuerdo con la relación DB05/DQO en un ciclo de 28 días.

Ventajas de los productos biodegradables
- No producen residuos contaminantes.
- Contribuyen a la reducción de huella carbono.
- Regresan al medio ambiente en forma de los elementos que los componían originalmente.