Nadie duda de los efectos positivos de tener mascotas en casa. Pero junto con ello es fundamental que se promueva una buena higiene para evitar problemas de salud.
Los padres deben enseñar a sus hijos desde pequeños la importancia del lavado de manos siempre que jueguen o toquen a sus mascotas. Y es que los animales pueden transmitir gérmenes dañinos que provocan enfermedades incluso cuando parecen sanos y limpios.
De acuerdo con el CDC de Estados Unidos, entre los gérmenes que pueden transmitirse de animales a personas se incluyen E. coli, Salmonella, Cryptosporidium, Coxiella burnetii, Campylobacter, Yersinia enterocolitica y la tiña. Todo ello se transfiere fácilmente desde la saliva o el pelaje de la mascota hasta la boca, ojos o nariz al tocarse la cara con las manos sin lavar.
¡Atención con estas situaciones!
Las personas deben lavarse siempre las manos con agua y jabón después de manipular animales y objetos que hayan estado en contacto con ellos. El CDC detalla las siguientes situaciones:
- Después de tocar o jugar con la mascota.
- Después de alimentarla o manipular su comida.
- Después de manipular la casita, jaula o pecera.
- Después de manipular juguetes de mascotas, así como su plato y bebedero.
- Después de limpiar excrementos y recoger desechos.
- En zonas rurales, después de estar en gallineros, establos o recintos que alberguen animales, incluso si no los has tocado.
En el caso de los niños pequeños, es importante que los adultos supervisen el lavado de manos. Y es que los menores de 5 años, las personas con sistemas inmunitarios debilitados y los mayores de 65 años tienen mayor probabilidad de contraer enfermedades transmitidas entre animales y personas.