Cada día más personas se entusiasman con la idea de ejercitarse, ya sea al aire libre o en gimnasios, por los innumerables beneficios para la salud física y mental.

El sudor es el mecanismo natural del cuerpo para regular su temperatura durante la actividad física, previniendo el sobrecalentamiento. Y para limpiar el sudor nada mejor que una buena ducha. Pero ¿debemos ducharnos inmediatamente después de entrenar? Los expertos en salud de Vinmec nos entregan la respuesta.

¿Hay que ducharse con agua fría o caliente?

Ducharse después de hacer ejercicio favorece la recuperación muscular y prepara el cuerpo para la siguiente sesión. La ducha ayuda a eliminar el ácido láctico, un subproducto natural de la actividad física que causa dolor muscular.

Las duchas de agua fría (por ejemplo, los baños de hielo) promueven una recuperación más rápida, reducen la inflamación y ayudan al desarrollo muscular. Son especialmente beneficiosas para disminuir la frecuencia cardíaca y reducir el esfuerzo cardiovascular después de hacer ejercicio en un ambiente caluroso.

Las duchas de agua caliente son mejores para relajarse, pero menos efectivas para eliminar el sudor que las duchas frías.

Una buena opción es comenzar con agua tibia o templada después de enfriar el cuerpo con estiramientos o movimientos suaves.

¿Cuánto tiempo hay que esperar para ducharse?

Después de entrenar es fundamental enfriar antes de salir del gimnasio o ducharse. Enfriar es lo contrario del calentamiento e implica estiramientos y movimientos suaves para ayudar al cuerpo a volver a un estado de reposo. Este proceso normaliza la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal.

Aunque tenga la tentación de ducharse inmediatamente, es mejor esperar. Aproveche este tiempo para rehidratarse con agua. Lo ideal es que, una vez que deje de sudar mucho (normalmente entre 20 y 30 minutos), pueda ducharse sin problema.

¿Cuáles son los beneficios de ducharse tras el ejercicio?

• Elimina las bacterias de la piel: El ejercicio, sobre todo en espacios cerrados como gimnasios o en grupo, puede crear un ambiente propicio para la proliferación de bacterias en la piel. Ducharse con jabón elimina el sudor y las células muertas que pueden albergar bacterias.
• Previene la obstrucción de los poros: Durante el ejercicio, los poros se abren para liberar el sudor. Sin embargo, si no se limpian a tiempo, estos mismos poros pueden obstruirse con sudor residual o células muertas. La obstrucción de los poros puede provocar problemas como acné, puntos negros y puntos blancos.
• Refuerza tu sistema inmunitario: Tomar una ducha rápida con agua fría puede reforzar tu sistema inmunitario, sobre todo si se hace con regularidad. Algunos estudios sugieren que ducharse a diario, comenzando con agua tibia y terminando con 30-90 segundos de agua fría, reduce significativamente el número de días de licencia médico.

¿Cómo ducharse después de entrenar?

• Después de un entrenamiento intenso, realiza movimientos más suaves durante 5 a 10 minutos para bajar tu ritmo cardíaco.
• Cuando tu ritmo cardíaco comience a disminuir, empieza a estirar. Estirar los músculos ayuda a eliminar el ácido láctico y a prevenir el dolor muscular.
• Comienza la ducha con agua tibia para evitar un cambio brusco de temperatura. Reduce gradualmente la temperatura del agua a medida que tu cuerpo se enfría.
• En los últimos 90 segundos, baja la temperatura del agua al nivel más frío que puedas tolerar. Dirige el agua fría a los principales grupos musculares para refrescar y revitalizar los músculos cansados.
• Sécate bien con una toalla limpia antes de ponerte la ropa.