La aromaterapia es un arte y ciencia milenaria que consiste en la combinación de extractos de aceites esenciales de plantas aromáticas que ayudan a crear balance, armonía y promover la salud del cuerpo, la mente y el espíritu.
Estos aceites solo pueden extraerse de plantas aromáticas que incluyen flores, hojas, raíces, resinas, semillas y frutos, desplegando características únicas y propiedades específicas según la especie.
Fue el perfumista y químico Rene-Maurice Gattefosse quien acuñó el término «aromaterapia» en 1937 luego de publicar un libro con ese nombre. Como nació al alero de la medicina herbal, al comienzo implicaba solo el uso medicinal de sustancias aromáticas (aceites esenciales), pero la práctica de la aromaterapia ha mejorado con los años adoptando variedad de métodos centrados en la salud física y mental de cada persona.
¿Qué es un aceite esencial?
Según lo señalado por la Federación Internacional de Aromaterapeutas (IFA), los aceites esenciales son sustancias aromáticas y volátiles que se extraen de una fuente botánica única, ya sea por destilación o extracción. Estos aceites tienen una composición química compleja basada en compuestos diferentes que contribuyen con el aroma característico y las propiedades terapéuticas específicas.
Algunas aplicaciones en salud incluyen:
- Problemas de piel
- Problemas musculares
- Dolores artríticos
- Estrés
- Migraña
- Dolor menstrual
- Diabetes
- Hipertensión
- Alergias
- Problemas respiratorios
De acuerdo con la misma federación, investigaciones y ensayos clínicos han mostrado la eficacia de algunos aceites esenciales en casos de SARM (geranio y árbol de té) o incluso mejoras de las funciones cognitivas en pacientes con Alzheimer (limón y romero).
Cómo se aplican los aceites
De acuerdo con la Federación Internacional de Aromaterapeutas, los aceites esenciales se absorben de dos maneras principales:
- Piel: Algunas moléculas de los aceites esenciales son tan pequeñas que tienen la habilidad de pasar a través de la piel al torrente sanguíneo, lo que facilita su circulación por el cuerpo. Pueden aplicarse a través de masajes, compresas o baños.
- Olfato: Las moléculas aromáticas de los aceites esenciales se inhalan por la nariz y se transmiten, a través del bulbo olfativo al sistema límbico del cerebro, el cual interactúa con el sistema nervioso y hormonal, y se conecta a otras funciones como la memoria y el comportamiento emocional. Además, debido a que los aromas se respiran, algunas moléculas se absorben en los pulmones y pasan de allí al torrente sanguíneo. Los aceites pueden absorberse por inhalación directa, dispersión (aromatizador) y evaporación.